El taller Un día de clase de percusión brasileña se celebró en El Cuervo y participaron integrantes de las batucadas SambaWamba, Tucumpá y Sambasur, unos magníficos anfitriones.

Comenzamos con ejercicios y estiramientos. Luego, con el cuerpo a punto, calentamos la mente con diversos juegos: la voz, el paso y las palmas se convirtieron en los protagonistas del ritmo.
Rubén le da sentido a lo que enseña y nos sumergió en el compás, hasta desmenuzarlo: tiempos, contratiempos y hasta síncopas. El mundo de las semicorcheas no resulta ya tan extraño. Y es que un poco de teoría acompañado de práctica es básico para entender y disfrutar más de la música.
Acabamos la mañana introduciéndonos en nuevos ritmos afrobrasileños: Ijexá, Maculele, que también es una danza típica brasileña que suele hacerse en capoeira.
La tarde arrancó practicando lo aprendido y aún probamos otro ritmo más, el Barravento. El nivel sube, pero el mestre tiene paciencia y los participantes ganas, así que… ¡acabamos sonando!
Salir de los ritmos consabidos y caminar ya fue satisfactorio. Si además añades, la forma que tuvo Rubén de llevarnos a todos a cierto nivel, entonces te das cuenta que estás participando de una especie de milagro, todo un gustazo.
Muchos talleres como este, por favor, Rubén!
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